“Lo más importante es que debemos recordar que la gestión de la energía es un proceso, y
no un proyecto, y por lo tanto debe ser alimentado y sostenido con el pasar del tiempo.” –
Energy Manager
Considerando el elevado número de plantas y las necesidades de iluminación y refrigeración, los supermercados y la industria minorista se encuentran entre los más importantes consumidores de energía.
Para la GDO – Gran Distribución Organizada – es, pues, fundamental implementar un sistema de eficiencia energética integrado para disminuir desperdicios y costes. Sin embargo, según algunos estudios de sector, solo un 42% de las cadenas de venta al detalle adopta soluciones para una mejor distribución de la energía.
PERFIL DEL CLIENTE
En el frente opuesto, uno de nuestros clientes ha desarrollado un sistema de gestión energética completo para todos sus plantas, formados por tiendas generales, supermercados e hipermercados, con un total de 1000 emplazamientos en 49 países.
En el 2010, cuando la empresa tenía casi 850 tiendas al detalle, encontrándose ante una elevada variación de los costes energéticos comenzó a considerar posibles intervenciones de eficiencia energética.
LAS NECESIDADES DEL CLIENTE
“Nuestro objetivo inicial era el control del estado de funcionamiento de los sistemas HVAC y de la iluminación“, explica el Energy Manager de la empresa.
Un equipo técnico comenzó a evaluar cómo controlar los aparatos de alta intensidad energética. Ante todo, se efectuó una evaluación comparativa utilizando nuestro software de evaluación comparativa con el que se identificaron tres centros de distribución para el proyecto inicial. Tras su éxito, la empresa ha decidido adoptar una solución de control para todos los demás centros de distribución.
“El sistema de control está basado en la web y permite una gestión centralizada. De este modo podemos gestionar todos los puntos de venta con un pequeño equipo de trabajo”, afirma el Energy Manager.
Este caso de estudio muestra las sucesivas fases del proyecto.
NUESTRA SOLUCIÓN
Después de la instalación de la solución de monitorización, la empresa presentó un proyecto de implementación dividido en cuatro fases que ayudó a desarrollar un Modelo de Madurez de la Gestión Energética.
En la primera fase, Control Estándar, el equipo de trabajo desarrolló en seis meses un sistema de monitorización y control de la iluminación y del HVAC para todos los puntos de venta al detalle. El tiempo para el proyecto fue muy breve considerando el gran número de tiendas y las diferencias en las instalaciones.
La segunda fase del Modelo de Madurez de la Gestión Energética estaba relacionada con la Gestión de Activos. En esta fase, el Energy Manager y su equipo laboral tuvieron encuentros periódicos para analizar los datos procedentes de la monitorización y para evaluar posibles mejoras en los modelos de gestión de la energía.
“En algunos casos definimos el plan de trabajo, en otros controlamos las desviaciones respecto al modelo de consumo en algunos supermercados porque, por ejemplo, se había producido una avería en los sistemas HVAC”, cuenta el Energy Manager.
Gráfico de control CUSUM: alerta por consumo anormal. Posible causa: avería mecánica. Una de las tareas en esta segunda fase era estudiar cómo utilizar de la mejor forma posible el sistema de monitorización para reducir los costes de mantenimiento. El sistema permite identificar las desviaciones en el consumo de los equipos gracias a un modelo energético de referencia. Esto permite verificar el comportamiento anómalo de la energía en tiempo real que puede atribuirse al mal funcionamiento de los equipos.
Asimismo, puesto que el sistema puede conectarse prácticamente a cualquier componente de la instalación, también permite el diagnóstico remoto del mal funcionamiento que se produzca. Como resultado de esta fase, que fue una integración entre el Mantenimiento Predictivo y la Gestión Energética, la empresa tuvo un ahorro energético anual de un 27%.
RESULTADOS
He aquí los resultados de la empresa al final de las fases 1 y 2:
- – Después de la instalación inicial en la fase 1, la empresa tuvo una reducción de los consumos energéticos de un 17% del consumo total;
- – Tras la integración entre Mantenimiento Predictivo y Gestión Energética en la fase 2, la sociedad ahorró un 27%;
Ahora la empresa está trabajando en la tercera y cuarta fase: gestión de la carga y mejora continua. En la fase de gestión de la carga, el “Energy Manager” está evaluando la posibilidad de reducir o dividir el uso de los equipos en periodos tarifarios diferentes. El “Energy Manager” también está configurando un sistema automático para regular los parámetros de funcionamiento del HVAC y de la iluminación en las diferentes estaciones del año.
CONCLUSIÓN
Muchas de las nuevas estrategias implementadas por esta empresa superan la aplicación básica de la Gestión Energética. La empresa ahora utiliza un EMS (Sistema de Gestión Energética) integrado con su propio sistema de gestión de mantenimiento, controlando las prestaciones HVAC y la eficiencia de las acciones de mantenimiento bajo un punto de vista energético. El control avanzado obtenido con EMS permite aumentar también el nivel de salud y seguridad de la empresa:
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